Thomas Montulet, doctorando en Arquitectura, Universidad KU Leuven
Aquí, allí, en otra parte: sobre la arquitectura de la memoria
Esta investigación se desarrolla en una doble vertiente, oscilando entre la teoría y la práctica. En primer lugar, un marco teórico permite establecer la memoria de la arquitectura como un tema dentro de un amplio campo de nociones filosóficas y antropológicas de espacio-tiempo. En segundo lugar, los proyectos arquitectónicos de la iniciativa de investigación Memoria Histórica Sobreviviente en El Salvador de la posguerra, forman una parte importante del material de estudio. Estos proyectos permiten resaltar posibles enfoques sobre la arquitectura de la memoria. ¿Cómo conmemoramos a través del espacio y los objetos? ¿Qué implica acoger el pasado en el presente? ¿Cómo pensamos y diseñamos estos espacios?
La parte teórica se investiga a través de una lectura y escritura extensivas, y se vuelve operativa a través del dibujo y la elaboración de maquetas. La práctica no es una ilustración de la teoría, ni la teoría es un resultado de la práctica. Ambas partes existen de manera autónoma dentro de la investigación, complementándose y produciendo ecos fértiles entre sí.
Teoría. La memoria de la arquitectura.
El marco teórico investiga tres modalidades de espacio-tiempo, interrelaciona sus cualidades fundamentales y traza cómo informan la condición humana. Dado que el lenguaje nos permite construir, pensar y alterar colectivamente las concepciones de tiempo y espacio, la arquitectura —entendida como un artefacto humano— está en el centro de estas conceptualizaciones. La arquitectura se presenta entonces como un medio para explorar estas preguntas existenciales.
Nuestro “aquí” es a la vez un lugar y un tiempo, el entorno inmediato del individuo que forma el ahora en el que puede actuar. El “ahí” puede entenderse como todo lo que está al lado del aquí y ahora (Verschaffel, 2016), y permite que lo que sucederá, suceda, o que lo que sucedió, haya sucedido. Finalmente, “allí” se siente como el potencial cualitativo del “aquí”.
Específicamente, la investigación profundiza en tres tipos arquitectónicos: la tumba, la ruina y el modelo como manifestaciones arquitectónicas de diferentes concepciones de espacio-tiempo. “Si ser equivale a vivir, entonces la muerte se vuelve impensable” (Derrida, 1975), esto es lo que la tumba, un espacio opaco e inaccesible, nos dice: la muerte siempre ha estado en el centro de la vida.
La ruina, como un documento del pasado, despojada de todo su contenido, puede entenderse como una arquitectura que se da la vuelta a sí misma. El modelo, una miniaturización del objeto que suspende el sentido diacrónico del “aquí”, establece y borra simultáneamente la relación entre espacio y cuerpo. En el centro de estos temas se encuentra la cuestión de la memoria.
Práctica. La arquitectura de la memoria
Una serie de proyectos de Memoria Sobreviviente en Chalatenango, en el norte de El Salvador, sirven como exploraciones de diseño y realizaciones constructivas. Entre ellos, los sitios de masacres y conmemoración de Las Aradas, El Higueral y La Laguna Seca, así como los museos de la memoria en Las Vueltas y Arcatao, forman un conjunto de diseños que permiten profundizar en la cuestión de cómo la memoria del lugar y su gente se cristalizan en un diseño arquitectónico. Una perspectiva específica intenta comprender la variedad de los usos, cómo estos lugares parecen oscilar entre lo universal y lo específico, entre lo sagrado y lo profano.
La forma de considerar estos proyectos arquitectónicos es dual. La investigación rastrea cómo se sitúa y se entiende la memoria, cómo articula los lugares y las conmemoraciones, y cómo funciona cuando las personas sobrevivientes y la comunidad hablan del pasado, el presente y el futuro. Esto se complementa con el seguimiento de la manera en que la memoria se hace operativa en los diseños y la construcción de los proyectos específicos.