Las redes artísticas comunitarias Raíces y Memoria Viva
Raíces y Memoria Viva son dos colectivos o redes de artistas comunitarios de diez comunidades del noreste de Chalatenango. Raíces reúne las comunidades de: Arcatao, Nueva Trinidad, Las Flores y Guancora y Memoria Viva, cuatro comunidades del Cantón Las Minas, Chalatenango, y dos del municipio de Las Vueltas. Estos colectivos han estado trabajando en conjunto desde 2021 con el apoyo de Cáritas Chalatenango en el contexto del proyecto Memoria Sobreviviente en El Salvador de la posguerra.
Sus integrantes son hijos e hijas, nietos y nietas de sobrevivientes del conflicto armado, y también son integrantes varias personas sobrevivientes que eran niñas, niños o jóvenes durante ese tiempo. Les une el interés en la memoria, en la búsqueda de la sanación de las heridas transgeneracionales que la guerra ha dejado en nuestras familias y comunidades. Raíces y Memoria Viva defienden que el arte popular es una buena forma de hacerlo, por eso apoyan iniciativas culturales y de memoria en esa región a través del teatro, la danza y el canto. Estos colectivos asumen su forma de hacer arte como un medio para rescatar, dignificar y redefinir las memorias silenciadas de sus ancestras y ancestros, de sus luchas y de su resistencia.
“Nuestra búsqueda”: el arte como canal para la sanación de las heridas transgeneracionales.
Las personas que integran Raíces y Memoria Viva saben que, como hijas/os o nietas/os de la guerra, también les afecta la historia de violencia en la región. Cuando comenzaron su trabajo colectivo, intentaron intercambiar ideas activamente con sobrevivientes de las diversas masacres de civiles en Chalatenango para preguntarles cómo representar las experiencias de violencia que ellas y ellos sobrevivieron sin causarles daño. En esos ejercicios de diálogo intergeneracional, los colectivos se hicieron más conscientes de que las representaciones de la violencia en las obras de teatro pueden revictimizar a las personas sobrevivientes de esos eventos. En una ocasión, Uberlinda, la mamá de una integrante de Raíces les decía: “Cuando suenan los cohetes [que representan las balas en las obras teatrales de la masacre del Sumpul] mi cuerpo está presente, pero mi alma se va; ya no puedo prestar atención porque sino me hace revivir lo que ocurrió” (17/01/2022).
De estos diálogos, surgió un lema común que inspira su forma de hacer arte comunitario: “arte para la memoria y la sanación.” Desde este punto de vista, las representaciones que se crean buscan dar testimonio de la violencia vivida sin la necesidad de recrearla explícitamente.
Estos colectivos resaltan la resistencia y la resiliencia de estas comunidades, les dan el espacio a las voces de las y los sobrevivientes y les rinde homenaje a sus luchas y recuerdos. Raíces y Memoria Viva consideran que este cambio de representación ha sido muy bien recibido por los distintos públicos en los que han presentado sus obras, especialmente por las personas sobrevivientes. Al desarrollar otras formas de dar testimonio de lo sucedido, según Fran, un participante de Raíces: «lo que queremos es comunicar emociones y no sólo dar testimonio literal de los hechos» (14/05/2022).
A través del trabajo artístico de estos colectivos, van descubriendo y trabajando sus propias heridas transgeneracionales, esas que se formaron por las ausencias, silencios, lágrimas, luchas y resistencias de sus familiares y sus comunidades y que forman parte de su identidad personal y colectiva. El conjunto de integrantes de estos dos colectivos expresa que el arte les ayuda a conocerse, a comprender mejor sus historias y a reconciliarse con ellas. Trabajan en ello a través de sus procesos creativos a través de sus palabras, lágrimas, ejercicios corporales, poemas, canciones que escriben, en resumen, con apoyo colectivo.
Representaciones sobre las repoblaciones
Cada una de los colectivos tiene una representación de danza sobre las repoblaciones.
En junio de 2022, el colectivo Raíces trabajó con Paola Lorenzana en una propuesta centrada en el arraigo a su tierra; esa tierra que las operaciones militares intentaron destruir, pero en la que la vida, la lucha y la dignidad volvieron a florecer y echar raíces profundas. Se trata de un espectáculo de danza muy poético.
En septiembre de 2022, Memoria Viva creó una representación de danza a partir de un proceso de cuatro talleres de diálogo intergeneracional con integrantes de la repoblación de Las Vueltas. Estos talleres de diálogo y experimentación artística fueron la base para una espectáculo testimonial
acerca de las razones que les llevaron a buscar refugio en Honduras, su lucha por el retorno y la reconstrucción de sus comunidades. En el proceso, algunas abuelas y abuelos trabajaron en las imágenes corporales con sus hijas y nietas/os para comunicar sus experiencias. Estas imágenes forman parte del performance.
Desde entonces, los dos colectivos han logrado hacer presentaciones en sus comunidades, en Suchitoto y en la UCA.